domingo, 6 de junio de 2010
CIUDADELA
CIUDADELA
Grande, enorme se me abulta / La materia de cada cosa
En estas callecitas culiadas de buenos Ángeles / El devenir impetuoso de los países
Reimportándonos.
Se me vienen encima las hojas / De las niñitas /Hecha madera
Y que me la comen / con tierra de colores
Y me las queman y me las vuelan y me las violan / Al desayuno
Con huevito revuelto.
Ahí voy, hurtando a los basureros / Creyendo que encontrare algún día
A la mina perfecta / El cáliz sagrado... y cortarme las venas
Para beber analmente
Para que no me poemen cuentos / En la cama / desordenada por toda la habitación
a la hora de la cena / hay tanta mora / hay tanto bosque rondándole a la muchacha
tanta sombrita esperando / con un trozo de tarta de fresas
y yo aquí
cagado de frío y con hambre.
Luego, más allá de lo que uno cree / O lo que es conveniente ¿no?
Se me vuelven a escapar las ganas locas esas que tú ya sabes /Como acorralándome
Como las maquinas que resuenan
El beat viniado de las esquinas meonas / Chillan como minita
Como pidiendo la eterna explicación
A mi
Una pequeñita e inocente botellita vacía / Que e decidido suicidarme contra el pavimento
Que me despierta / Que me provoca accidentes / Y me suicida los ciudadanos
En estas callecitas mías con excremento de algún fabuloso animal
Tan desiertas ellas de ganas
Van los humanoides ensartados en sus zapatos de cocodrilo. / Esta ridículamente mía hermosa ciudad
Tan llena de ojos
Y de espejos que no dejan mirarse / en el Bio-Bio.
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